Actúa o deja de justificarte, coño

Esta semana no tenía intención de publicar ninguna entrada. Primero porque los temas que tengo pendientes y que había prometido postear… no me animaban a ponerme delante del teclado. Segundo porque ya se me está acumulando la faena, nada más volver de vacaciones, y para mí escribir en el blog es casi, casi como escribir un relato: me lleva tiempo y esfuerzo; y tengo plazos de entrega que cumplir. Sin embargo, aquí estoy, dándole a la tecla, dándole vueltas a un tema que estuvo presente en redes y páginas la semana pasada. Sí, para variar, entro en la «polémica» tarde, pero me gusta pensar las cosas en frío, con calma.

Como digo, la semana pasada me encontré con:

  1. Feminismo, mujeres y Celsius en el blog Canal Nostalgia.
  2. No leo suficiente literatura escrita por mujeres en el blog Donde acaba el infinito.
  3. Vídeo: Ellas también escriben ciencia ficción (Celsius 232) en el blog Sense of Wonder.

Seguro que alguien se pregunta ahora mismo: «¿Volvemos al tema oootra vez?». Pues sí, y las veces que haga falta. Como autora y lectora, me interesa, qué le vamos a hacer. En casos como este me parece genial ser mosca cojonera y zumbar de tanto en tanto para recordar al personal que… hay que hablar del tema. Puede que yo no tenga el impacto «mediático» de muchos reseñadores, tampoco soy muy conocida como escritora ni me llaman «¡Maestra!» aunque esté hablando de mocos, y no soporto a quienes se ponen a llorar por las esquinas porque nadie los compra o los valora como se debería, pero este asunto jamás, jamás lo dejaré de lado por mucho que solo me escuchen cuatro gatos ya convencidos. BzzzBzzz

Bueno, bueno, que me voy por las ramas. La cuestión es que después de leer (y ver) con interés tanto las entradas como los comentarios (especialmente en el segundo, donde más hubo) me sigo quedando con la sensación de que tratar de fomentar la lectura de autoras es casi, casi como predicar en el desierto. ¿Por qué? Pues por una sencilla razón (que se puede entrever en los comentarios dejados en el blog de Álex): leer autoras supone un esfuerzo personal y deliberado.

¿Os acordáis de aquella entrada que titulé «Lee mucho, decían»? Uno de los puntos que desgrané fue la frase «La ignorancia se cura leyendo», a la que yo añadí: «pero leyendo, ¿el qué?». Pues esto es más o menos lo mismo.

«Leo lo que me apetece, independientemente de quién lo haya escrito», «Tengo aún muchas lecturas pendientes»… Eso es lo que se suele responder en estos hilos sobre autoras. No tengo ninguna objeción al respecto, faltaría plus. A mí me pasa algo parecido: se me llena la boca cuando reivindico que se lea más literatura de género patria, pero lo cierto es que, aunque leo muchas más obras escritas en castellano que en inglés o traducidas, siempre recurro a los mismos autores y me da mucha pereza darle un tiento a uno desconocido (desconocido para mí, claro). Así pues, entiendo perfectamente que se digan esas cosas. A fin de cuentas, y como he dicho miles de veces, leer supone un esfuerzo… que inviertes en lo que te sale de los cojones, así de sencillo. No tienes por qué justificarte. No te apetece, y punto.

Ahora bien, si que te recuerden que no lees a autoras te resulta incómodo, tienes dos salidas claras: ponerle remedio o pasar del tema. Y si optas por lo segundo, deja de poner excusas. ¿De verdad tienes que ponerte al día para estar al nivel de los demás con lo último de Sanderson, Abercrombie, McDonald, Mieville…? ¿Qué pasa? ¿Si no te lo lees antes de la próxima convención a la que asistan, ya no te lo vas a leer nunca jamás porque el momento pasó? ¿Temes perderte el chascarrillo que suelte? ¿Soy la única que va a estos saraos a ver si me convencen de que compre su última publicación? Qué deberes ni qué niño muerto. ¿No se supone que lees lo que te apetece? Lo dicho: sé consecuente. Si no te apetece, no te apetece. Punto. Tienes todo el derecho del mundo. Tu tiempo, tu esfuerzo, tus reglas; pero por favor, deja de justificarte porque en el fondo sabes que son excusas para que no te señalen con el dedo.

Todo lo que tu quieras, Felicidad, pero lo cierto es que tampoco se publican muchas autoras, por eso no las leo. Ajá. ¿Y sabes por qué hay tan pocas? Porque no se habla de ellas, porque no se las promociona, porque aún no he visto a nadie dejar un twit en la cuenta de una editorial grande pidiendo que, por favor, se publique a más. Si no hay demanda, el negocio editorial no invierte.

Alguien comentaba también que además de promocionar la lectura de autoras, se debería tener en cuenta la promoción de las editoriales pequeñas. Sí, toda la razón. ¿Sabéis dónde se publica a más autoras? Ajá. En las editoriales pequeñas. No digo nada y lo digo todo.

Por cierto, ¿os habéis dado cuenta? Todos los autores que he mencionado antes son anglos. Esa también es la realidad. Esta mañana me paseaba por Goodreads en busca de un grupo dedicado al género. ¿Sabéis lo que he descubierto? Que en la gran mayoría, cuando se proponen lecturas, ganan por goleada los autores extranjeros y, salvo contadísimas excepciones, los nacionales apenas llegan a los diez votos siquiera (frente a los veintitantos de los otros). Así pues, si pierdes el culo por leer a extranjeros (hasta en inglés, si hace falta), claro que no tienes ni puñetera idea de las autoras españolas.

Pues bien, acabo de decidir que paso de quejarme. Es hora de actuar. Quizás mi esfuerzo (deliberado y consciente) quede en agua de borrajas porque, como digo, no soy nadie ni tengo influencia alguna, pero me la suda. Quiero ser consecuente. Es algo que dejo caer en más de una ocasión en las historias que aparecen en La mirada extraña. «El orgullo es vivir por tus principios y morir sabiendo que los seguiste hasta el final», dice uno de los personajes. Ale, a aplicarme el cuento.

A partir de ahora, no solo voy a leer a más autores nacionales en general, sino que voy a romper una de las reglas de este blog: reseñaré novelas escritas por mujeres, exclusivamente. También voy a crear un grupo en Goodreads donde solo se hable de autoras del fantástico. Ciencia ficción, fantasía, terror… No un apartado dentro de un grupo mayor, no, sino más bien… Qué leches, lo creo ahora mismo. Aquí está el enlace: #LeoAutorasFantásticas.

En definitiva, actúo y no me justifico. Tú… no actúes si no quieres, pero deja de justificarte. Recuerda: tu tiempo, tu esfuerzo, tus reglas.

Posted in Reflexiones.

11 Comments

  1. ¡Hola, precosa! Cómo puedes imaginar 100% de acuerdo con tus planteamientos. Y que conste que soy la primera que lee más ci-fi anglosajona que patria (aunque mis autores favoritos son tías del género). Cuentas con mi apoyo en tu cruzada, aunque cada vez uso menos las redes como Goodread por puro asco de ver este mismo panorama y porque, sinceramente, no tengo necesidad de que nadie sepa que cojones ando leyendo y de paso ponerme medallitas si hace falta. Recomiendo, eso sí, las lecturas que me gustan y por pura educación o suelo mencionar las horribles… me enrollo mucho. Lo dicho, cuenta con esta humilde lectora-escritora de género fantástico. Besines

  2. Me encanta el artículo y me encanta la idea. Voy a pasarme ahora mismo por Goodreads a ver si encuentro ese grupo (¿Lo has creado ya?) y a ver si le hago un poco de publi. Lo que sea con tal de darle un empujón al tema, que ya empieza una a estar cansadita de estar en el grupo de “los últimos que cualquier lector va a elegir leer” simplemente por ser mujer, española y escribir fantasía 😛
    Y enhorabuena por la iniciativa =D

  3. Pingback: Noticias de agosto 2016 | La Nave Invisible

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