Ya sé que, por cronología, debería publicar primero una entrada sobre mi reciente participación en la Semana Negra de este año (en especial mi experiencia como jurado en el Premio Celsius, que vino cargado de polémica); pero tengo tan reciente el festival Celsius 232, y con tan buen sabor de boca, que no he podido resistirme. Así que… allá voy =)
Creo que todos coincidimos en que el ambiente de esta edición ha sido insuperable. Me lo olí desde el momento en el que quedé el martes por la tarde/noche para cenar con Lola Robles, Conchi Regueiro y Nieves Delgado (¡escritoras cifi al poder! Ueeeh) y de camino al Tierra Astur, bajando la cuesta, parábamos cada poco para saludar a quienes ya habían llegado. Tened en cuenta que como alguien a quien tienen abonada a presentar los miércoles a primera hora, saber que por una vez no iban a estar solo los de la organización y poco más, pues me hacía presagiar algo bueno. Aun así, no las tenía todas conmigo, las cosas como son. De ahí que el miércoles me plantara en Avilés bien tempranito para ver la presentación de Marta Junquera, de quien no sabía nada pero mis contactos de FB hablaban muy bien de ella, y yo quería estar aunque fuera como apoyo moral.
Uoh, uoh, que me adelanto. Antes de hablar del miércoles quiero, necesito hablar de esa cena. En ediciones anteriores apenas había intercambiado un par de palabras con Lola, un par de saludos con Conchi y unos cuantos «Me gusta» con Nieves en nuestros FB. Si antes me caían bien, ahora me caen de puta madre. Conchi es la persona más natural que conozco; Lola, además de un encanto es una crack; Nieves, de cuya escritura estaba y estoy enamorada, ahora la considero mi alma gemela. Quedaos con sus nombres, porque de corazón espero que empiecen a sonar más allá de sus círculos de amistades[¹].
Y ahora sí. El miércoles fue un sorpresón. La primera presentación fue estupenda, no solo por la asistencia, sino porque Marta vendió muy bien su antología y hasta me arrancó unas cuantas risas y sonrisas. En cuanto a la mía, justo después, me lo pasé genial junto a Alexander Paez, otro crack al que cada día aprecio más y más, y vino muchísima más gente de la que esperaba. ¡Hasta hubo ronda de preguntas! No sé si vendí bien La mirada extraña, ya sabéis lo bruta que soy a veces, pero cierto es que no recuerdo haber firmado tantos libros tras una presentación. Se lo achaco a Álex y a la cantidad de gente que asistió 😛 Gracias a todos, por cierto 😀
De la tarde destaco en primer lugar la presentación del Visiones 2016. Me encantó la ristra de datos que Conchi y Lola aportaron sobre participación general, por género, temáticas… Algunos porcentajes me parecieron muy esperanzadores, y la simpatía hacia las seleccionadoras se acentuó por mi parte, sobre todo con el año que llevo metida en varios «saraos»: seleccionadora del Fabricantes, jurado del Premio Celsius y de otro que aún no puedo desvelar.
No fui a la charla de Abercrombie. No suelo perderme ninguna (salvo cuando presenta alguna de sus novelas) porque siempre me parto con él incluso sin haberme leído aún nada suyo; pero este año decidí que hasta que no me lea algo, mejor dejo de hacer el tonto. Por cierto, aún recuerdo la primera vez que lo vi con su pinta de guiri en bermudas y chanclas y su tripilla cervecera (whiskera, más bien). Cómo ha cambiado la cosa, ¿eh? Y no me digáis que no os habéis fijado porque no os creo 😛
En cuanto a la charla de Elia Barceló…, una delicia. ¡Cómo mola esta mujer, rediox! Hable de lo que hable me parece superinteresante. Que la inviten más veces, plis, plis, porfa plis ^^ Así que imaginaos lo pavo que estaba cuando al terminar su charla me subí al «estrado» para compartir mesa con ella en la siguiente: «Ellas también escriben CF». Tengo la sensación de que estuve temblando un buen rato hasta que entramos en materia (sí, Elia me impone; yo, que no soy nadie). También tengo la ligera sospecha de que cuando vea el vídeo me voy a morir de vergüenza. Ay, madre.
No voy a hablar de mi participación en esa charla (me gustaría ver primero el vídeo antes de decir nada), pero sí quiero comentar mi profunda admiración por Lola Robles y la tremenda labor de investigación que está llevando a cabo sobre escritoras españolas de ciencia ficción. Ya flipé en su día cuando leí la primera parte de su artículo en la revista Supersonic #4 (¡Corred, corred a leerlo!) y me muero de ganas por leer la segunda en el siguiente número. También me encantó que la sustituta de Susana Vallejo (jo, siento muchísimo que no llegaras a tiempo para participar) fuera Nieves Delgado. Esta mujer tiene mucho que decir y muy interesante. ¿Se nota demasiado que soy muy fan? 😛 En cualquier caso, quiero quedarme con la idea: visibilidad. Que la gente sepa que existimos, que estamos para quedarnos. Get over it!
Ah, que no se me olvide, por Dios: mil gracias a quienes se acercaron a mí tras finalizar la mesa para comentarme sus impresiones (Begoña, Rocío, Marta, Instan…). También a las dos chicas (lo siento, no me dijisteis vuestros nombres) que me pararon en al auditorio antes de la charla de Lavie Tidhar, dos días después, para intercambiar ideas sobre lo mismo. Eso es lo que mola del Celsius. La cercanía, el buen rollo… No digáis que no.
Con ese subidón tonto encaré la mañana del jueves (por cierto, Antonio Díaz, un placer ponerte cara y voz al fin), empezando con la presentación de La hora de los Desterrados de Pablo Bueno, segunda entrega de La piedad del Primero, también presentado por Alexander Paez. Si no conocéis a este autor, estáis tardando. Yo lo conocí antes de que su nombre empezara a sonar en las redes, y es una de las personas más majas, sinceras y honestas que conozco. Además, escribe muy bien, así que lo dicho: estáis tardando en leerlo. Y, guanderrepente, maravillas del Celsius, me encontré presentando junto a Cristina Macía el libro con motivo del veinte aniversario de La sonrisa del gato de Rodolfo Martínez.
Para quien no lo sepa, junto a Gabriel Bermúdez (leed El señor de la rueda o Viaje a un planeta Wu-Wei, ya), Rudy es mi escritor favorito de cifi española. En serio, estaba más feliz que una perdiz. No sé si dije alguna tontería. Si así fue, achacadlo a que estaba en una nube narcoléptica, plis. Una pena que al final me perdiera la presentación de Castillos en el aire (Castles in Spain) con Elia, Rudy y Diego (otro crack). En mi defensa diré que la noche no me confunde, pero el Celsius, sí. Estaba tan a gusto tomando cañas y charlando con Marta Junquera, Alberto M. Caliani, Istel, Borja Bilbao…, que se me fue la pinza con la hora. Sorry :-S
Y… creo que lo voy a dejar por hoy. «Nooo, nooo», protesta el público. Lo sé, lo sé, ha sabido a poco, pero mejor paro aquí. La semana que viene postearé la crónica del viernes y del sábado (aviso que será más larga), donde mi participación fue menos activa (sin presentaciones y demás) y más de visitante «a ver qué me ofrecéis». Así también aprovecho para comentar cosas como: qué he echado de menos (en el blog Canal Nostalgia ya se ha comentado algo, así que no debo ser la única que lo piense), qué espero que no se planteen para futuras ediciones, etc.
Si me queréis, no irse, que diría la Flores. No será de las mejores crónicas que leáis, pero sabed que siempre las escribo desde el corazón. Y… venga, que sé que lo estáis deseando. Aquí va una foto con mis coletas XD
Nota [1] Alguien me ha comentado por FB, y con razón, que lo de «Círculo de amistades» es un tanto exagerado. Voy a ver si consigo explicarme: no se habla de ellas lo suficiente. En efecto, mucha gente las conoce, pero me quedo con la sensación de que todo se reduce a FB y poco más. En el caso de Nieves, por ejemplo, no supe de ella hasta que se publicó Alucinadas y, para mi sorpresa, descubrí que esta mujer lleva porrón de tiempo publicando relatos. Ya agregada a mis contactos vi que tiene mucha «actividad», sin embargo, no he visto proyección más allá (de ahí que la mente cada poco en mi blog, en las entrevistas que me hacen…). Pues eso es lo que quiero: que se hable de ellas en blogs, goodreads y demás; accesibles para todos.
¡El placer fue mío! Me dio mucha pena perderme tu presentación, pero ni Ryanair ni el servicio de autobuses del aeropuerto a Avilés existen para el público, sino para sí mismos.
Por suerte tenía un par de podcasts donde te entrevistaban para poder imaginarme que había llegado a tiempo.
Gracias por la firma en La mirada extraña, tengo ganas de leerlo despacito y con cuidado 🙂
^^