Finalistas Ignotus 2017: una reflexión breve no tan breve

Recientemente, la AEFCFT ha hecho público el listado de finalistas de los Ignotus 2017, y, como era de esperar en un premio de estas características, hay sorpresas, ausencias… y que no falten los «Yo no soy llorón, pero…», «Ya sabemos cómo funcionan los premios en España» y blaublau.

Por mi parte, y siendo esto algo tan habitual, no voy a ahondar en este tema. Claro que me ha sorprendido, por ejemplo, que la portada de Castillos en el aire no esté entre los finalistas en Ilustración; claro que me habría encantado que la novela Sopa de Elegidos estuviera en el listado…, pero oye, esas cosas pasan. Hay que alegrarse por el alto índice de participación en primera ronda (trescientos trece votantes no es moco de pavo), por la respuesta en las redes (lo que denota un aumento de interés por este premio) y la presencia significativa de mujeres entre los finalistas.

Estos tres elementos me llenan de una alegría inmensa. De hecho, mi sospecha es que el tercero es consecuencia de los dos primeros. Y aunque esté mal decirlo, porque no soy nadie, me gusta pensar que ha merecido la pena ser mosca cojonera durante estos años para que la gente se animara a participar. Por supuesto, no he sido la única persona que ha realizado esta labor, pero es que mola pensar que mi granito de arena, junto al de los demás, ha ayudado a cuajar una tendencia[¹].

Dicho todo esto, y como os podréis imaginar, de lo que quiero hablar es de esa otra tendencia: la presencia de mujeres, cada vez mayor, entre los finalistas.

Mi proceso a la hora de echar un vistazo a la lista fue el siguiente:

  1. ver si estaba nominada, of course. Por cierto, millones de gracias a quienes me votasteis;
  2. mirar con detenimiento los distintos resultados y rumiarlos un poco;
  3. ir de inmediato a San Literfan[²] y descargarme el artículo sobre los Premios Ignotus, donde se recoge la lista de ganadores y finalistas desde sus inicios, 1991, hasta 2014.
  4. completar los datos de 2015 y 2016, yendo a la propia web de la AEFCFT.

Así, mi sorpresa y alegría fue mayúscula cuando comprobé que no solo la presencia de mujeres es mayor, sino que se han roto unas cuantas barreras. Véase:

Novela

La ausencia de mujeres en esta categoría, a lo largo de los años, es brutal[³]. Así, en veintiséis años, solo había aparecido la obra de una autora en cuatro ocasiones:

  • En 1995 – Consecuencias naturales de Elia Barceló
  • En 2008 – Corazón de tango de Elia Barceló
  • En 2009 – La moderna Atenea de Conchi Regueiro
  • En 2016 – Neimhaim de Aránzazu Serrano.

Ni qué decir tiene que ninguna se llevó el monolito. Aunque lo verdaderamente importante en esta edición no es que sea la quinta ocasión en la que una autora resulta finalista, sino que nos encontramos a dos, nada menos. ¿Marcará tendencia y será el fin del síndrome de la pitufina? El tiempo lo dirá.

Novela corta

Si la ausencia en novela es apabullante, en esta categoría ocurre lo mismo. Es pura lógica, dada la dificultad de publicar ese formato en nuestro país, además de lo poco cultivado que lo tenemos.

La categoría se establece en 1995 y Elia Barceló se encuentra entre los finalistas con El mundo de Yarek, pero no es hasta 2013 donde vuelve a aparecer una mujer entre los finalistas; una servidora, con La textura de las palabras.

Al hacer recuento me he sentido un tanto… no sé si incómoda es la palabra. Y es que salvo en 2016, donde M.C. Arellano quedó finalista con La suerte del Dios Hambriento, el resto de mujeres que han aparecido como finalistas en esta categoría han sido…: yo. En 2015 y ahora, en 2017, por dos novelas cortas.

Afortunadamente, sé que para el año que viene eso va a cambiar, y buena parte de la «culpa» la va a tener la editorial Cerbero. También me encantaría que esto se convirtiera en una tendencia porque… ¡Basta de sagas! ¡Viva la novela corta! Ale, tenía que decirlo.

Ilustración

Sé que estoy dando un salto enorme al citar esta categoría, pero me parece interesante destacarla. Primero porque suelen primar las portadas cifi, y no puedo evitar preguntarme si la tendencia de las mujeres hacia la fantasía no se limita solo a la escritura, sino también a la ilustración.

Sin contar esta edición, cinco han sido las ocasiones en las que ha aparecido el nombre de una ilustradora. La primera en 2003, con la portada de la revista Gigamesh nº32 de Sonia Roji. Y desde 2014 siempre ha habido al menos una ilustradora entre los finalistas; aunque, corregidme si me equivoco, nunca por portadas cifi. Pero lo verdaderamente importante es que en esta edición tenemos a tres ilustradoras entre los finalistas, nada menos. ¿Dejará de haber pitufinas? El tiempo lo dirá.

Otras categorías

No quiero alargarme demasiado, aunque los datos dan para un análisis, categoría por categoría. Están ahí, podéis comprobarlos vosotros mismos. Sin embargo, mejor hago un pupurrí para no aburrir.

Relato: para mí, que Tamara Romero ganara el Ignotus en 2014 y Nieves Delgado rematara con el suyo en 2015 (con cuatro mujeres finalistas) marcó un antes y un después; a pesar de que en 2016 no apareciera ninguna, y en 2017 solo esté Cristina Jurado. Sin embargo, no pierdo la esperanza. Chicas, sí se puede.

Antología: personalmente, en estos últimos años creo que la labor de Mariano Villarreal, además de la editorial Sportula, ha sido titánica. Ya no solo por instaurar la cultura de la antología en nuestro país, sino porque ellos me han descubierto a autoras como Teresa P. Mira de Echeverría, Elaine Vilar Madruga, Sofía Rhei… Sin embargo, en el resultado de esta edición, para esta categoría, creo que es importante destacar el reconocimiento a la incansable Marcheto y la labor de Concha Perea como seleccionadora con una antología paritaria. Ah, y de nuevo miles de gracias para quienes habéis votado a La mirada extraña.

Tebeo: esta categoría es un tanto peliaguda, y es que hasta 2004 no consigue los suficientes votos para establecer finalistas y tarda otros tantos años en coger fuerza. Así pues, que hasta 2012 no aparezca una mujer tampoco es de extrañar. En 2016 el puesto de finalista es compartido, y en 2017 vuelve a aparecer el nombre de una mujer en solitario. En cualquier caso, me encantaría que esta categoría fuera más estable y se percibiera como más potente.

Sitio web: desde 2013 hasta ahora, año tras año, la labor de Marcheto ha sido reconocida para quedar siempre finalista en esta categoría. La irrupción de La nave invisible, con su nominación, me ha hecho dar saltos de alegría y creo que se lo merecen; aunque, solo por cabezonería (y porque se lo merece ya, coño), espero de verdad que, por fin, Cuentos para Algernon se lleve el Ignotus. Apunte: Me comentan que en 2014 compartió Ignotus con La Tercera Fundación. Pues na, a ver si lo consigue en solitario o se lleva el de Antología.

Aún faltan categorías por conquistar como la de Producción audiovisual o más finalistas en Artículo, por ejemplo. Poco a poco y con paso firme.

Hmmm… No quiero terminar esta entrada sin comentar una cosilla; y es que no consigo desprenderme de la sensación, por comentarios aquí y allá, que:

  1. hubo gente a la que no le sentó muy bien que pusiera en el grupo de Goodreads, #LeoAutorasFantásticas, un listado de potenciales finalistas, mujeres.
  2. hay quien piensa que la presencia de mujeres este año ha sido producto de algo así como un lobby de presión feminista.

Quizás solo sea una percepción paranoide, vete tú a saber, pero por si acaso, diré lo siguiente:

  1. Hemos venido para quedarnos.
  2. Si no hiciéramos ruido en las redes, seguiríamos con datos inamovibles de mediados de los 90. Es decir, reflejo de la realidad: cero.
  3. A quienes vean esto como una irrupción peligrosa, por favor, no lo contempléis como una amenaza. La competencia empuja a superarnos. Es puro darwinismo. Puedes quedarte en tu coto, berrear y esperar la extinción, o demostrar que lo vales, por méritos propios, y competir como los demás en la arena.

Notas

[¹] Si yo he puesto mi granito, así en general, creo que La nave invisible ha puesto un piedrolo, centrado en la visibilización de autoras. Gente, seguid así. Tampoco me olvido de otros proyectos como Adopta una Autora, ¿eh?

[²] En efecto. Para el mainstream está San Google; para el fandom está San Literfan. Gracias, Mariano, por tu tremenda labor.

[³] En este sentido, creo que hay un par de factores fundamentales para entender el porqué de esta situación:

  • Primero, el grueso de votantes de los Ignotus, durante muchísimo tiempo, ha sido muy, muy fan de la cifi, donde nosotras hemos tenido muy poca presencia por razones que ahora no vienen al caso y que merecerían un artículo aparte. De ahí nuestra ausencia.
  • Segundo, el desprecio constante a la literatura juvenil por parte, sobre todo, de este fandom que os comento. Y en este género, vamos a llamarlo así, la presencia femenina es numerosa, pero si no se tiene en cuenta como «literatura de verdad», difícilmente facilitará la entrada de autoras.
Posted in Fandom.

10 Comments

  1. Coincido en lo de la novela corta, para mi ha sido todo un descubrimiento que cada día disfruto más, y creo que es muy saludable que no todo sean tochos larguísimos o sagas de 35 libros. Cerberus se ha convertido asi de golpe en una de mis editoriales favoritas :o)

  2. Enhorabuena por las nominaciones y por el repaso a las ídem 😉
    Sólo comentar que Cuentos para Algernon ya tiene un Ignotus a mejor sitio web (ex aequo) ganado hace un par de años (el artículo de Mariano Villarreal incluye los nominados, pero no los ganadores del año 2014). Aunque no estaría de más que repitiera también este año como ganadora.

    • Gracias, Ricardo, por el apunte. Ya he leído esta mañana, en FB y Twitter, un par de comentarios más indicándome lo del ex aequo. Así pues, he añadido un apunte a la entrada. Lo que es es. ^^

  3. Me sorprende que alguien pueda sentirse molesto porque en un grupo llamado “Leo Autoras Fantásticas” se promocionen dichas autoras fantásticas. Los colectivos históricamente discriminados han conseguido revertir la situación a base de activismo, así que felicidades por tu trabajo y suerte con los Ignotus.

    • Yo también me quedé un tanto sorprendida, la verdad, y más aún dadas las características de este premio. Pero jueno, no me quitó el sueño 😛 Ah, y gracias ^_^

  4. A mi, lo que me asombra, es que el vicepresidente de la asociación esté nominado con una novela publicada por la editorial del presidente de la asociación, más, cuando ambos han asumido los cargos el año pasado y la hispacon pasará a celebrarse en la ciudad del vicepresidente.
    Sinceramente, yo no pienso votarles, y, si ganaran, el premio, para mi, dejaría de ser un referente.

    • Es chocante, ciertamente, pero (corregidme si me equivoco) en el reglamento no pone nada de que no se pueda votar una obra que pertenezca a uno de los miembros de la junta. La verdad es que, como escritor, sería un asco no poder ser candidato a los premios durante cuatro años. En cualquier caso, admito que tengo curiosidad por ver los datos finales de votos en unos cuantos títulos. Claro que, para eso aún queda mucho. Si no recuerdo mal, hasta que no se entregan los premios no se publican las estadísticas y demás…

  5. Hola 🙂 Ha sido interesante el repaso con tanto dato que desconocía. Este es el segundo año que participo, el segundo año fue gracias a la Eurocon que entre a conocer ese circulo de los Ignotus y demás, es más, hasta acudí a la cena para ver que se cocía. Yo estoy contento en parte, veo cierto cambio como bien apuntas. Si bien hay cosas que chocan en algunas nominaciones, parece que va a mejor, y claramente tiene que ver que la masa fandom de votantes es cada vez un poquito mayor. Todos aportamos nuestro grano de arena. Desde entradas como esta, nuestras reseñas, difusión…etc. Para mi esa es la clave si queremos hacer del Ignotus algo “más”. Un abrazo^^

    • En efecto. Para mí esa es la clave: la masa de votantes cada vez mayor. Eso permite mayores representaciones y menos feudos. Personalmente, creo que se va por el buen camino =)

Leave a Reply to Ricardo Cancel reply