Horizonte Rojo de Rocío Vega

Bueno, bueno. Mucho hablar de que cada vez voy disponiendo de más tiempo, pero el blog sigue parado. Pues nada, nada; para solucionarlo voy a hablaros de Horizonte Rojo, una novelita space opera pergeñada por Rocío Vega y que me ha abierto el apetito por esta autora. Pero antes de entrar en materia, me gustaría poneros en antecedentes.

Supe de la existencia de esta novela a mediados del año pasado a través de Lektu. No voy a engañaros. Me llevé una tremenda sorpresa al descubrir el título; muy, muy parecido a Horizonte Lunar, mi primera novela publicada. Con cierto escepticismo (insisto: ¿para qué engañaros?), leí la sinopsis y casi me da un patatús. Space opera protagonizada por una mercenaria llamada Kerr. De nuevo, el nombre tenía una sonoridad similar a mi Crow, además de que antes de enrolarse en la HL ejerció durante años como mercenaria. Por supuesto, era plenamente consciente de que Rocío no tenía ni puñetera idea de quién era yo (mucho menos de mi obra) y que, las cosas como son, las mercenarias/marines espaciales molonas no son un concepto que yo haya inventado. Hay ejemplos a patadas (Samus Aran, Shepard, Vásquez…), así que llegar a puntos comunes no es tan descabellado [¹]; por no hablar de títulos[²]…

Sin embargo, y a pesar de que tenía pinta de ser palomitera, como a mí me gusta, no me animé de verdad a darle un tiento hasta el Celsius. Al terminar la mesa redonda en la que participé y bajarme del escenario, allí estaba Rocío, esperándome para comentarme cosillas sobre lo que yo había dicho. Y cuando me dijo quién era, le respondí «Ah, tú eres la de Horizonte Rojo. Pues le tengo ganas a tu novela». Por su reacción, sospecho que no se esperaba que yo supiera quién era, y en cierto sentido me sentí identificada, porque en más de una ocasión me ha pasado lo mismo. Pero lo importante aquí es que supe de inmediato que no se lo estaba diciendo de boquilla. Si tenía curiosidad, ¿qué cojones hacía sin leerla aún?

Así pues, cuando se fraguó el #LeoAutorasOct, tuve muy claro que el libro de Rocío iba a caer, sí o sí. Y vamos, el chichi agua cuando de una sentada me leí la primera entrega. Nueve euracos me he dejado al final para leérmelo entero[³] en ebook, la única pega que le pongo, y aun así, el estilo y la historia me han convencido. Pero bueno, yo he venido aquí a hablar de su libro. Pues ahí va:

Horizonte Rojo es un space opera palomitero, cargado de intriga, acción y sexo explícito. Hablo de capítulos enteros dedicados a contarte un polvo con pelos (nunca mejor dicho) y señales, de ahí que aparezca la etiqueta «erótica» en la descripción del libro. Aunque para mí el erotismo es otra cosa, pero como es lo primero que leo de esta índole, prefiero limitarme a dejarlo ahí.

Kerr es su protagonista; una tipa decidida, capaz y obsesionada con demostrar a su padre que es válida para el trabajo. Un detalle que para mí resulta importante, ya no solo porque eso influye en la manera de comportarse como líder de equipo, sino en las decisiones que tomará más adelante.

Centrándome ya en la historia en sí, como me lo leí por entregas, voy a dejar mis impresiones de cada una de ellas.

portada de Horizonte Rojo Vol. 1Vol. 1. Un encargo fácil. Esta es una historia de presentación, tanto del mundo como de los personajes. Rocío no se anda con zarandajas, algo que me encanta. Si eres de los que necesitan que se lo describan todo, olvídate. Los personajes hablan y se definen por sus actos, sin necesidad de incluir un trasfondo elaborado que les dé un propósito; las especies que aparecen en acción se describen, sí, pero con los rasgos justos para que nos hagamos a una idea, y punto; los cachivaches o la tecnología en general se mencionan como lo más normal, sin la necesidad de venderte sus características técnicas, y más cuando parece reconocible, en especial la que resulta plausible de aquí a unas décadas; y por último, se deja caer el tipo de sociedad existente, pero sin entrar en detalle, como a mí me gusta (la imaginación está para algo). En general, es una historia autocontenida, un capítulo piloto que te deja con ganas de saber más.

portada de Horizonte Rojo Vol. 2Vol. 2. Envío especial. De leerse del tirón, esta parte equivaldría, sin duda, al núcleo de la historia y que dará pie a la reacción que nos conducirá al desenlace. Aparte de una misión sencilla, que se huele a la legua que en algún momento se va a complicar, todo gira en torno a la relación de Kerr con la piloto y cómo, poco a poco, los lazos entre ellas se van estrechando. Aparte de las escenas de sexo, lo importante aquí es lo que Kerr está experimentando a nivel emocional. Confieso que (y puede que gran parte de la culpa la tenga que tardé un mes para encontrar un hueco y ponerme a leer esta continuación) me costó entrar por ello. En cierto sentido, por mucho sexo explícito que haya, soy poco dada al romanticismo; especialmente, cuando no hay ningún conflicto que anime el cotarro. Por supuesto, es mi impresión personal, y también soy consciente de que necesito estar del humor adecuado para que me interese. En cualquier caso, y objetivamente hablando, aquí las palomitas se apartan para tomar largos sorbos de refresco.

portada de Horizonte Rojo Vol. 3Vol. 3. Sin salida. Aquí se recupera el ritmo de la primera entrega/parte. Nuestra protagonista se las tiene que apañar para salir del atolladero en el que se ha metido y, algo que me suele gustar y a lo que recurro con frecuencia, encerrada en una nave, sin salida; como bien reza el título. Como digo, la acción vuelve a coger pulso y nos encontramos de nuevo devorando palomitas hasta la mismísima conclusión. Quizás lo único que me chirrió es que, durante el primer tramo, las acciones y la actitud de uno de los personajes (que no menciono por no hacer spoiler) no me terminaban de encajar con lo que había visto en la primera entrega; aunque al final se encauza a la idea inicial que se nos había presentado.

Dicho todo esto, planteándome la historia en su conjunto y siendo objetiva, la novelita me ha dejado un regusto amargo. Me explico:

Me encantan los finales tipo «Y vivirán miles de aventuras», me gusta Rea Kerr, tengo muy claro que seguiré leyendo sus aventuras; el mundo que plantea Rocío Vega me resulta cercano y cómodo; su estilo directo y sin florituras es de mi rollo y no dejaba de preguntarme, mientras leía, de qué sería capaz esta autora en otro tipo de escenario menos convencional, menos space opera donde prima la aventura pura y dura, sin mayor propósito que entretener ni pretender lo contrario. Sin embargo, y por mucho que sea fan del formato corto, me ha faltado profundidad.

Está claro que esta historia es solo una presentación para el meollo que, sospecho, vendrá en la siguiente entrega. Además, por mucho que sea un narrador en tercera persona, la perspectiva se centra en la protagonista, ergo es un punto de vista limitado y sin matices. De ahí que cuando llegué al final me dije «To be continued. Po’ fale. Acepto y compro barco». También es cierto que la etiqueta «erótica» no está ahí por nada. Para los consumidores de este género, hasta puede que la autora se haya quedado corta y le falten páginas. En ese sentido, no soy la persona más indicada para valorarlo. Es la primera vez que consumo.

En general, esto sería una serie de televisión, de esas que me trago en una sentada, y en la que, capítulo a capítulo, se va animando la cosa. Aun así, me pesan los nueve euros que me he gastado en ver el piloto. Lo más gracioso es que sé que me voy a pimplar la serie entera. No es masoquismo, es que la historia me interesa. Ha pasado mi regla de los tres capítulos, así que seguiré viéndola. Ahora bien, ¿a quién se lo recomiendo? A los amantes de la HBO, que no escatiman en tetas y culos, y a quienes les mola la ambientación cifi y quieren pasar un rato entretenidos, sin mayores pretensiones.

En cualquier caso, añado a Rocío Vega en mi lista de autoras. Seguiré las aventuras de Rea Kerr como el que se compra una bolsa de pipas, y esperaré con paciencia a ver de qué es capaz en otras etiquetas. Pero claro, eso es cosa suya, no mía.

Notas

[¹] Para los malpensados: no. Su Kerr y mi Crow no se parecen, por mucho que la sinopsis de la primera entrega indique lo contrario. Ambas son malhabladas y no tienen reparos en repartir hostias cuando les tocan los cojones, pero ya. Las personalidades distan mucho; sobre todo en cómo lidian con las emociones. Y sí, tanto en mi UC como en su sistema, hay especies que necesitan de un traje para moverse en la atmósfera de otros planetas, pero ya. En su universo está la Tierra y los cachivaches tienen nombre en inglés, y en el mío, ni de coooña. ¿Humanos? ¿Qué es eso?

[²] Emplear la palabra horizonte es algo muy típico en cifi. Horizonte lunar, Horizonte rojo, Horizonte 6 de la autora Caryanna Reuven, Horizonte final (Event Horizon, la peli)…

[³] No existe ebook con las tres entregas juntas (desde mi punto de vista, craso error). La recopilación solo está disponible en papel (a 15,90 en la editorial Café con leche). No hagáis como yo. Aconsejo leerlo del tirón. Ya decidís vosotros si preferís ahorraros 6,90 al adquirir los tres volúmenes en formato electrónico, o si os apetece tenerlo en papel. Con suerte, Rocío volverá a visitar el Celsius y os podrá firmar el ejemplar.

Ah, y lo sé. Las portadas no son un primor. Tampoco lo es la de mi HL. ¿Y qué?

Posted in Reseñas.

3 Comments

  1. Muchas gracias por leértelo, Felicidad. Intuía que te iban a gustar y espero que las siguientes entregas te molen todavía más. Efectivamente, yo prefiero denominar al sexo de HR más como porno que como erótica; creo que es más acertado en muchos sentidos. ¡Lo que no te perdono es que te metas con las portadas! ¡Con lo que me gustan! XDDD

    Tengo muchas ganas de publicar algo con un registro diferente. Aunque HR es muy divertido de escribir, el formato tiene sus pros y sus contras. Yo invito a que otros autores lo prueben y experimenten con ello, también.

    PD – ¡Las portadas, tía! ¡Las portadas no!

    • Jajaja… Soy diseñadora, colega; no lo puedo evitar 😛 Y sip, me parece más porno que erótica. En eso no hay discusión.

      Por supuesto, no dejes de escribir historias sobre Kerr. Me he enganchao a la serie, jejeje… Pero también tengo ganas de leerte en otro registro, porque tu estilo es muyyy de mi rollo ^_^

  2. Interesante. Yo la descubrí en el Celsius en el Books & Beer de Roberto Alhambra, una locura de noche, y me pareció bastante divertido. Space opera palomitera con algo de erotismo. También me parece un craso error que no se venda completa este episodio piloto, pero bueno, siempre puede comprarse el papel. Un abrazo^^

Leave a Reply to Felicidad Martínez Cancel reply