Dentro de un mes (día arriba, día abajo), Sportula publicará La mirada extraña, y yo ya estoy de los nervios. Esta novela (o antología, o…; bueno, mejor dejo que los lectores la clasifiquen como quieran cuando la terminen) es muy especial para mí y, vistas las expectativas que algunos han mostrado, pues estoy hecha un flan, la verdad sea dicha.
La idea surgió en 2013, durante la celebración del festival Celsius 232. En realidad llevaba gestándola unos meses (tenía parte del material escrito hacía años y le estaba dando vueltas a cómo aprovecharlo), pero fue mientras hablaba con Mariano Villarreal y Ricard Ruiz, y uno de ellos me preguntó en cierto momento en qué nuevo título estaba metida, cuando todo cuajó. Lamentablemente, por llamarlo de alguna manera, no pude ponerme de lleno a trabajar debido a otros proyectos como Horizonte Lunar, Despertares o La plaga, entre otras cosas. Afortunadamente, tras varios parones, imprevistos y otros contratiempos ocurridos a lo largo de este año (y que me hicieron pensar que La mirada extraña estaba gafada), por fin, en febrero verá la luz. ¿Os he dicho ya que estoy de los nervios? XD
No voy a decir el tan manido «Es una novela muy personal», pero vamos, sangre, sudor y lágrimas me ha costado sacarla adelante, así que espero que entendáis mi inseguridad. Aunque ahí no acaban mis nervios.
Fue también en el Celsius de 2013 cuando Víctor Conde me propuso participar en la antología que tenía intención de preparar, centrada en su metaverso. Dije que sí de inmediato y, como me ocurrió con la de Akasa-Puspa, en cuanto me puse a escribir la historia, me vino toda la responsabilidad encima. «Ay, madre. ¿Cómo me las apaño para estar a la altura de un escenario tan rico y complejo?». Intenté emplear un tono que sonara a lo más Conde posible, pero claro, este hombre no es nada fácil de imitar, así que al final me decanté por emplear otra voz y centrar todos los esfuerzos en homenajear de alguna manera el increíble metaverso. Sé que tanto a Víctor como a Rudy (el editor) les ha gustado el resultado. Ahora, a esperar unos meses más a ver qué opináis el resto. Leyendas del metaverso saldrá publicada en… ¿mayo? y Despertares estará en la antología. Me muero de ganas por leer las historias de los demás (me sigue flipando cuando me veo dentro de un listado de autores más que conocidos) y, de paso, los nervios me están matando XDDD
Ah, pero aún hay más. Próximamente, la revista de rol Crítico va a sacar un número especial dedicado al space opera y que incluirá una aventura escrita por mí. No os lo vais a creer, pero es la primera vez que hago algo así. ¿Cómo? Pero… ¿tú no habías creado un juego de rol basado en el Universo Crow? Sí, claro, pero no me rompí los cascos para que otra persona que no fuera yo pudiera masterear una partida. Ecos, por otro lado, es una historia genérica pensada para ser jugada en cualquier ambientación cifi y dirigida por cualquiera. No hay tablas, no hay especificación de sistema de juego, no hay listado de items… De ahí mis nervios. Para mí (y por el tipo de máster que soy) hay información de sobra para que salga una partida chula, pero… ¿y los que no son como yo? ¿La ambientación y la historia que he pergeñado serán suficientes para satisfacer a los demás? Pues eso. Nerviosss.
Queda todavía otra sorpresa/publicación, pero como no sé si puedo desvelarla, mejor no digo nada. Ya os enteraréis en unos meses 😛 Oh, bueno, y el Fabricantes. No olvidemos que soy la seleccionadora del Fabricantes de Sueños. Ay, ay, ay… que me escurro XD
Pues eso. La primera mitad de año os vais a hartar de ver mi nombre. Lo siento por quienes son cercanos a mí y van a tener que aguantar mis arrebatos de inseguridad. En cuanto a los demás, ya me contaréis si mis preocupaciones son infundadas o no. Ains…