Hace mucho que no hablo de mis noches de viernes y la panzada que me doy viendo orientaladas. Últimamente he visto sobre todo series, aprovechando que Netflix ha estado incluyendo en su catálogo un montón de coreanas; aunque hablaré más adelante de mi reciente cabreo en este sentido. De momento, mejor os cuento qué tres pelis vi el viernes pasado y que han hecho que me ponga delante del teclado para escribir esta entrada.
La noche pintaba muy bien: la primera parte de la adaptación a imagen real del manga/anime Parasyte; Mermaid, éxito arrollador de taquilla en China y la coreana Office(¹), con una sinopsis más que prometedora(²). ¿Resultado? Del entusiasmo al meh en seis horas.
De las tres, me quedo, sin duda alguna, con Parasyte. No sé si es buena o mala adaptación (tengo el anime por alguna parte, aunque, no sé por qué, nunca me he puesto con él), pero como peli me funciona y mucho. Es más, tengo unas ganas enormes de ver la segunda parte. Y ya iba siendo hora, porque las últimas adaptaciones que había visto me cabrearon bastante, en especial la primera parte de Ataque a los titanes, que me dejó ganas cero, pero cero, cero de ver la continuación. Mira que soy muy permisiva con las «adaptaciones libres», pero jamás, jamás perdono una película aburrida o WTF. Así que, como digo, no sé cuánto es de fiel Parasyte al original, pero entretenida, seguro.
Después me puse con Mermaid. Lo de éxito de taquilla me dabaigual. ¡Era una peli de Stephen Chow! Ya sabéis: Saolin Soccer, Fung-Fu Hustle (Kung Fu sion en España), la maravillosa CJ7… Pues, bueno, quizás no sea una peli para ver sola porque me costó entrar por el humor absurdo, y en ocasiones muy trillado, sobre todo durante la primera parte de la peli. Sí, hubo un par de momentos que me reí de verdad (cuando se ponen a cantar en el parque de atracciones es épico), pero en general me pareció más de lo mismo. Eso sí, el «enfrentamiento final» es burro, burro como él solo. Una forma de decir: si estás escandalizado con esto, ¿por qué no reaccionas de la misma manera cuando se lo hacen a focas, delfines, ballenas…? Pero vamos, que si no fuera por esos detalles, la valoración habría sido peor. Echadle un vistazo de todas formas, aunque mejor id con las expectativas bajas y quizás la disfrutéis bastante más que yo.
Y por último, la gran decepción de la noche: Office, a la que tenía ganas desde hacía tiempo. Ya sabéis que soy muy fan del thriller coreano (son los putos amos de este género), pero… es que no va de eso. Poco a poco te vas dando cuenta de que se acerca más al terror psicológico que al thriller y que por muy bien que retrate el día a día en una oficina: la presión, las zancandillas, etc., es tramposa como ella sola. Pero vamos, muy, muy tramposa. Y el final es de «¿Ein? ¿Qué me quieres decir con esto?». Que no perdáis el tiempo, vaya.
Dicho esto, os comento a continuación mi reciente cabreo con las nuevas series coreanas incluidas en el catálogo de Netflix. Y mira que la cosa empezó bien, al menos para mí, porque no conocía ni uno solo de los títulos. De las puntuaciones pasaba. Si sois usuarios de Netflix, sabréis que no siempre son indicativas de nada, y en el caso de series orientales tenía muy claro que no todo el mundo es capaz de entrar por ellas. Eso, y que el becario que hace las sinopsis que aparecen antes de entrar en la ficha, y leer la de verdad, se fuma de lo lindo. Si me fiara de lo que dice, no habría visto ninguna.
Last, por ejemplo, tiene una puntuación de mierda y una sinopsis de «¿Ein?». Si no fuera porque le tenía echado el ojo antes de que la pusieran en el catálogo, lo dicho: habría pasado de ella. Para empezar, en ningún sitio dice que es la adaptación de un manhwa (cómic coreano), y ya os digo yo que se nota, especialmente en los tres primeros capítulos. En efecto, trama y desarrollo es muy comiquero. A partir del tercer o cuarto capítulo ya va por otro rollo, mezclando géneros, y en los dos últimos retoma la esencia del arranque. Tiene dos estrellas. Yo le he puesto cuatro. Entretenida es un rato largo. No es lo mejor que he visto, pero no se merece una puntuación tan pobre.
Heartless City (en Netflix; en otros sitios lo podéis encontrar como Cruel City) fue otro gran descubrimiento, y ciertamente tiene mucha mejor puntuación. Aunque admito que durante los dos primeros capítulos estuve perdisísima, pero gracias a mi regla de los tres capítulos pude descubrir esta pequeña joya sobre infiltrados, corrupción, el mundo de la mafia… Entiendo que dieciséis capitulazos de casi una hora cada uno se le puede hacer cuesta arriba a mucha gente, pero como ya comenté en otra entrada, es que no hay segundas temporadas. Es una historia completa, se desarrolla todo, y aunque te ves venir que va a acabar mal, merece mucho la pena.
Hasta ahí todo bien. Incluso me parece razonable la puntuación de School Girl Detectives. Me recordó muchísimo a los primeros doramas que empecé a ver cuando descubrí que había páginas donde encontrar series japonesas; la mayoría de temática escolar. Un pasarratos, vaya, en el que, cierto es, si no eres aficionado al manga o al anime (recuerdo de todas formas que es coreana) te puede resultar difícil de digerir.
Sin embargo, debí sospechar que algo se torcería al ver el buen número de series romanticonas con puntuación altísima. Uyuyuy…
Está claro que es un género que tiene su público, y las páginas dedicadas a series asiáticas están plagadas de ellas con un buen número de fans (femeninas) detrás; pero entre tanto título rosa (admito que alguno me ha parecido bueno) siempre encuentras joyas de otros géneros. No obstante, lo que Netflix ha añadido recientemente es porrón de series en las que miembros de un grupo de K-Pop (lo que serían boy bands) hacen sus pinitos para las fans adolescentes.
En serio, basta. De Netflix espero cierto nivel, va. Anda que no hay series coreanas interesantes: Bad Guys, Signal… Incluso con componente romántico que no molesta: Bridal Mask, Healer… Y hasta con elemento sobrenatural que piensas que te va a parecer ridículo, pero luego descubres que está muy bien llevado como en Vampire Prosecutor. Pero no, me pones A Man Called God, que hace años me puse a verla y no pude acabar el primer capítulo de lo malísima que era, o series chorras con supuestos niños monísimos haciendo gilipolleces. Y si tanto te interesa tirar por las románticas: las hay muchísimo mejores, en serio. No aceptes cualquier cosa que te ofrezcan, anda.
Bueno, ya me he desahogado y también creo que me he enrollado bastante. Hasta aquí, mi informe de orientaladas. Seguro que solo le interesa a uno o dos, pero ahí fuera debe haber más gente que comparta mis intereses asiáticos; sin prejuicios, además. No solo de Japón vive el friki,
Notas
(¹) Los títulos están en inglés porque: 1) Parasyte es el título con el que encontrar el anime/manga; también el DVD que ha salido recientemente en España. 2) Mermaid no aparece en el cartel chino, pero cuando ves la peli está incluido en el título. 3) En hangul, el título se lee como Opis. Transcripción literal de «office», dado que el coreano no tienen el sonido f.
(²) No me paro con las sinopsis para no alargar más la entrada. Si quieres saber de qué van, pincha/cliquea en el título.
Puede ser muy complicado ver animes romanticos entre tanta oferta genérica que trata casi siempre lo mismo. Incluso se puede ver que los doramas ya repiten los mismos esquemas. Por eso es bueno ver opiniones como esta, gracias!